VICENÇ BATALLA. La sátira palpitante Anora, de Sean Baker, en un mundo de nuevos ricos en Nueva York alrededor de una joven trabajadora en un club de sexo, gana una Palma de Oro 2024 quizás no merecida pero rodeada de un palmarés bastante ajustado en ese Festival de Cannes 2024. La película, que ofrece una redención para su protagonista, interpretada por Mikey Madison, se impone ante las cautivadoras All We Imagine as Light, de la india Pakal Kapadia, y Emilia Pérez, del francés Jacques Audiard, Gran Premio del Jurado y Premio del Jurado, respectivamente.
El musical ambientado en México y en castellano de Audiard completa la cosecha con un ex-aequo para sus cuatro actrices empezando por la transexual madrileña Karla Sofía Gascón. El portugués Miguel Gomes gana la mejor dirección por su hipnótica Grand Tour, la francesa Coralie Fargeat el mejor guion por su crítica gore a los cánones de belleza de Hollywood The Substance, el norteamericano Jesse Plemons el premio al mejor actor por sus psicopatías en Kinds of Kindness, de Yorgos Lanthimos. Y, de forma absolutamente necesaria, el iraní Mohammad Rasoulof obtiene un Premio Especial del Jurado por The Seed of the Sacred Fig que rodó ya bajo una condena de prisión y que ha podido presentar personalmente en Cannes porque hace un par de semanas huyó del país, conjuntamente con sus dos jóvenes actrices.
Para el estadounidense Baker, Anora se trata de su sexta película. Aunque cuando este realizador de 53 años despegó realmente fue en 2017 con The Florida Project, un entrañable largometraje de una comunidad periférica en Orlando con la intervención agradecida de Willem Dafoe. La siguiente, Red Rocket, ya llevó el director a la competición de Cannes con un protagonista narcisista en un pueblo perdido de Texas, que también tenía sus cualidades. La que se ha llevado el primer premio en esta edición es un thriller que se desarrolla en escasos días, empieza en un club de striptease de las afueras de Nueva York, tiene su principal escenario en la casa de un hijo de multimillonarios rusos, con sospechosas fuentes de ingresos, y cuenta con una escapada a Las Vegas. La joven Anora es el eje central de la trama, en su credulidad que un hijo de ricos la sacará de su circuito aunque sigue dependiendo de este intercambio de sexo por dinero. Y su desencanto le servirá, de hecho, como madurez.
Baker acabó recordando al recoger el galardón “todas las trabajadoras del sexo actuales y futuras”, tras haber hecho una encendida defensa del cine en las salas respecto a las plataformas y de haber citado a Francis Ford Coppola y David Cronenberg, integrantes como él de la competición, y haber recibido el galardón de manos de George Lucas, a quien se le otorgó una Palma de Honor (entregada por Coppola). A nosotros, esta espiral de Anora, y su compañero ruso descerebrado (Mark Eidelstein), con las carrerillas de los guardianes armenios de la familia, nos pareció un poco exagerada y falta de contexto. Pero le concedemos a Baker su capacidad de filmar a las trabajadoras del sexo con gracia y sus calidades como cineasta que puede subir todavía un escalón más.
La india Kapadia seguramente hubiera sido una Palma de Oro más redonda con su All We Imagine as Light (Todo lo que imaginamos como luz), un encantador retrato de dos personajes femeninos que nos explican una India tanto urbana (Bombay) como rural y que intentan sacarse de encima todo el peso patriarcal y de una sociedad y dirigentes racistas contra los musulmanes. Y que va acompañado de unas escapadas mágicas, que todavía hacen estimar más el film. En el caso de Audiard, su musical pese a estar rodado en las afueras de París es una nueva manera de acercarse tanto al género como a la tragedia del narcotráfico y las desapariciones en México. Es como si Almodóvar se hubiera orientado en esta dirección, porque Karla Sofía Gascón, que hizo la transición de género hace seis años y hasta ahora actuaba más bien en series, cumple todos los requisitos para abanderar el nuevo musical queer. Y que completan con brillantez las hispanas Zoe Saldaña, Selena Gómez y Adriana Paz. Nadie diría que detrás está el camaleónico Audiard, que además acertó yendo a buscar a Clément Ducol y Camille para la música y letras y a Pierre-Marie Dru para las coreografías. Inicialmente, había pensado en Tom Waits, Nick Cave o Gonzales, pero le hubieran hecho una cosa totalmente anglosajona.
Que el imaginativo y original Miguel Gomes gane la mejor dirección por una ficción, rellena de imágenes documentales de la época colonial en el sudeste asiático, en blanco y negro y casi todo en narración en tercera persona, denota el atrevimiento del jurado presidido por Greta Gerwig. En un aspecto completamente diferente, también lo es que el mejor guión sea para una película de género, digna del festival de terror de Sitges. Con una morbosa confrontación Demi Moore-Margaret Qualley. E inteligente ha sido darle el premio de mejor actor al sobrio Jesse Plemons, dentro de la película pasada de frenada de Yorgos Lanthimos.
Y era imprescindible que Rasoulof se llevara un galardón y subiera al escenario a hacer un discurso, después de arriesgar su libertad haciendo The Seed of the Sacred Fig (La semilla de la higuera sagrada). Cuando llevaba un tercio del rodaje en Irán, lo condenaron a ocho años de prisión por su crítica al régimen de los ayatolás. Esperando la confirmación de la sentencia, se dio prisa para acabar este film que es un alegoría dentro de la familia de la represión del régimen y la forma cómo hacerlo caer. En la línea del movimiento Mujer, vida y libertad que estalló en septiembre de 2022 tras la muerte de Masha Amini por no llevar el velo suficiente bien puesto. Rasoulof introduce imágenes de las manifestaciones y cargas de la policía captadas por los teléfonos móviles y se sitúa desde el punto de vista femenino. Como en sus anteriores largometrajes, se deja de sutilezas y asume su carácter combativo. La suya no es una película perfecta, pero es necesaria y, ahora, además ha tomado el riesgo de no poder volver a su país. Solo lo acompañaban en Cannes las dos jóvenes actrices Masha Rostami y Setareh Maleki, que también han huido. El resto del equipo sigue en Irán bajo las amenazas del régimen.
Ha quedado por el camino las buenas películas de Coppola (y su faraónico Megalopolis, aunque a cambio se encontró en el escenario con Lucas), de Jia Zhangké (y su panorámica de China de los últimos veinte años con su musa y esposa Zhao Tao), del ruso exiliado Kirill Serebrennikov (con su Limonov, lastrado por ser en inglés, pero estimulante), de Ali Abbasi (y los orígenes de la manipulación de Trump en una instructiva confrontación con su mentor), de Paul Schrader (y su intento con Richard Gere, un poco a medio camino, sobre lo que es real e inventado en los documentales), de Emanuel Parvu (y sus Tres kilómetros hasta el fin del mundo, que tira de costumbrismo rumano para denunciar la homofobia), de Magnus Von Horn (y su La joven mujer de la aguja que, pese a cierto manierismo, nos sumerge en los infanticidios y abortos de hace cien años en Dinamarca) y de Michel Hazanavicius (y la poética La más preciosa de las mercancías, utilizando la animación para seguir hablando del Holocausto)
En un segundo nivel, pondríamos a Andrea Arnold (y su Bird, que falla cuando llega al pájaro pero tiene una primera parte sobre la juventud británica motivante), Paolo Sorrentino (y su Parthenope en su Nápoles natal, algo menos artificial de lo habitual en su filmografía) y Christophe Honoré (que en Marcello Mio tiene momentos emotivos con Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, Benjamin Biolay y Fabrice Luchini, pero no acaba de arrancar).
Y, en un nivel inferior, quedarían la fallida The Shrouds, de David Cronenberg y nos lamentamos porque sea él, la nada inspirada Motel Destino, sobre la violencia en Brasil de Karim Aïnouz, y la opera prima Diamant brut de la todavía verde Agathe Riedingert sobre chicas francesas influencers. Y, finalmente, la que no hubiera tenido que estar nunca en competición: L’Amour ouf (complicado de traducir), de Gilles Lellouche, que es un mal retrato generacional de los años ochenta y noventa en Francia de las películas que no ha digerido bien su realizador a quien preferimos como actor. La nota positiva para acabar es que el madrileño Jonás Trueba ganó el principal premio paralelo de la Quincena de Cineastas, el Label Europa Cinemas, con Volveréis. Volveremos con el encuentro que mantuvimos con él junto a la playa cuando su cinta se estrene el 30 de agosto en las salas españolas.
PALMARÉS CANNES 2024
Palma de Oro: Anora, de Sean Baker (EEUU)
Gran Premio: All We Imagine as Light, de Payal Kapadia (India)
Premio del Jurado: Emilia Pérez, de Jacques Audiard (Francia)
Mejor Dirección: Miguel Gomes (Portugal) por Grand Tour
Mejor Guión: Coralie Fargeat (Francia) por The Substance
Mejor Actriz: ex-aequo Karla Sofía Gascón (España), Adriana Paz (México), Zoe Saldaña (EEUU), Selena Gómez (EEUU) por Emilia Pérez, de Jacques Audiard
Mejor Actor: Jesse Plemons (EEUU) por Kinds of Kindness, de Yorgos Lanthimos (Grecia)
Premio Especial del Jurado: Mohammad Rasoulof (Irán) por The Seed of the Sacred Fig
Cámara de Oro (mejor primera película en todas las secciones): Armand, de Halfdan Ullmann Tøndel (Noruega), presentada en Un Certain Regard
Mención Especial Cámara de Oro: Mongrel, de Chiang Wei Liang (Taiwán), presentada en la Quincena de Cineastas
Mejor Cortometraje: The Man Who Could not Remain Silent, de Nebojša Slijepcevic (Croacia)
UN CERTAIN REGARD
Premio Un Certain Regard: Black Dog, de Guan Hu (China)
Premio del Jurado: L’Histoire de Souleymane (La historia de Souleymane), de Boris Lojkine (Francia)
Mejor Dirección: ex-aequo Roberto Minervini (Italia/EEUU) por The Damned y Rungano Nyoni (Zambia) por On Becoming a Guinea Fowl
Mejor Actor: Abou Sangaré (Guinea-Conakry) por L’Histoire de Souleymane
Mejor Actriz: Anasuya Sengupta (India) por The Shameless
Premio de la Juventud: Vingt Dieux! (¡Veinte dioses!), de Louise Courvoisier (Francia)
Mención Especial: Norah, de Tawfik Alzaidi (Arabia Saudí)
QUINCENA DE CINEASTAS
Label Europa Cinemas: Volveréis, de Jonás Trueba (España)
Premio del Público: Universal Language, de Matthew Rankin (Canadá)
SEMANA DE LA CRÍTICA
Gran Premio: Simón de la montaña, de Federico Luis (Argentina)
L’OEIL D’OR (PREMIO DEL DOCUMENTAL)
Ex-aequo:
Ernest Cole: Lost and Found, de Raoul Peck (Haití), presentado en Sesión Especial en el Palacio de Festivales
Rafaat einy Il sama (The Brink of Dreams), de Nadia Riyadh y Ayman El Amir (Egipto), presentado en la Semana de la Crítica
* Cannes 2024 en imágenes ©Marco Barada
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