VICENÇ BATALLA. Nosotros no somos de esos que denigran al director sueco Ruben Östlund. Nos divertimos con sus películas, a pesar de que abuse del humor grueso y de una cierta demagogia. Pero, directamente, nada justifica que haya ganado su segunda Palma de Oro, después de The Square (2017). Lo ha conseguido con Triangle of Sadness, que es una versión de menor calidad de aquella y utilizando, como acostumbra, la sátira para denunciar el mundo de las apariencias y el capital desaforado. Pero el cine también tiene que convulsionar con sus imágenes y en el palmarés del Festival de Cannes del 75 aniversario no figuran Albert Serra, James Gray, Kelly Reichardt, Kirill Serebrennikov ni David Cronenberg, quienes han presentado películas realmente conmovedoras.
El jurado presidido por el actor francés Vincent Lindon se ha dejado llevar por lo fácil y ha optado por algunos films pomposos, como Triangle of Sadness, que ya se ha estrenado en Francia, pero no tiene fecha aún para su estreno en España. Y eso que han premiado hasta diez, de 21 títulos, porque hay dos ex aequo y un premio especial de 75 aniversario, librado a los hermanos Dardenne por Tori y Lokita. Más allá de la pertinencia de su película sobre las represivas políticas de inmigración en Europa, el galardón pretendía, tal vez, evitar una tercera Palma de Oro para ellos, lo que habría resultado excesivo.
El primer ex-aequo ha sido para el Gran Premio, la Palma de Plata, repartida entre la sensible pero menor Close, de Lukas Dhont, que nosotros reservamos para la última crónica aún pendiente de las cuatro últimas películas que vimos en la última jornada, y la artificial Stars at Noon, de la francesa Claire Denis. Pese a las buenas intenciones de una historia en Nicaragua, rodada en Panamá, la población local queda absolutamente anulada por los dos protagonistas anglosajones en esta cinta de Denis.
El otro ex aequo es para el Premio del Jurado, la Palma de Bronce. También resulta muy difícil comprender que el veterano polaco Jerzy Skolimowski, con la maravilla calidoscópica del viaje de un asno en Eo, haya tenido que compartir el galardón con la bien intencionada, pero fallida, Le otto montagne, de Charlotte Vandermeersch y Felix Van Groeningen, la pareja belga que fue a filmar a las montañas italianas del Valle de Aosta.
Aún es más incomprensible que el premio al mejor guion haya sido para el egipcio, exiliado en Suecia, Tarik Saleh, por Boy from Heaven. De acuerdo que aprendemos cómo funciona el sistema endogámico entre el poder militar de Egipto y la jerarquía suní, pero la manera de explicarlo es plana, más propia de un telefilm. La mejor dirección a Park Chan-wook, por Decision to Leave, está tal vez algo más justificada por la reinvención que hace el surcoreano de su cine de sangre y vísceras, aunque otros realizadores lo merecían más. En esta línea, la mejor interpretación masculina al también surcoreano Song Kang-ho por Broker, en la aventura fuera de su país del japonés Hirokazu Kore-eda, parece una manera de seguir reconociendo el trabajo que hizo el actor en la multipremiada Parásitos, de Bong Joon-ho, ganadora de la Palma de Oro en 2019.
Como consolación, la iraní, exiliada en Francia, Zar Amir Ebrahimi sí que se merece el premio a la mejor interpretación femenina por Holy Spider. La tensa película de Alí Abbasi, rodada en Jordania porque nunca lo podrían haber hecho en Irán, fue una de las sorpresas del festival. Pero fuera de este palmarés se han quedado obras de una dimensión harto superior a la media de las que han entrado en él. Tal es el caso de Pacifiction, del catalán Serra, que al menos podría haber sido reconocida con el premio al mejor actor para el inconmensurable Benoît Magimel.
La norteamericana Reichardt, con su deliciosamente minimalista Showing Up, ha sido completamente ignorada. Al igual que el largometraje de madurez Armageddon Time de Gray. Y Cronenberg, a pesar de que su Crimes of the Future parezca inacabado, da mil vueltas a la mayoría de los films premiados. Y, para acabar, algún día Serebrennikov tendrá que recibir alguna recompensa en su trabajo por reflejar la descomposición de una sociedad rusa enferma, como hace esta vez en Tchaïkovski’s Wife.
PALMARÉS CANNES 2022
Palma de Oro: Triangle of Sadness por Ruben Östlund (Suecia)
Gran Premio (ex-aequo): Claire Denis (Francia) por Stars at Noon / Lukas Dhont (Bélgica), por Close
Premio del Jurado (ex-aequo): Eo, de Jerzy Skolimowski (Polonia) / Le otto montagne, de Charlotte Vandermeersch y Felix Van Groeningen (Italia/Bélgica)
Premio Especial 75 aniversario: Tori et Lokita, de Jean-Pierre y Luc Dardenne (Bélgica)
Mejor Dirección: Park Chan-wook (Corea der Sur), por Decision to Leave
Mejor Guión: Tarik Saleh (Suecia/Egipto) por Boy From Heaven
Mejor Actriz: Zar Amir Ebrahimi (Francia/Irán) por Holy Spider, de Alí Abbasi (Suecia/Irán)
Mejor Actor: Song Kang-ho (Corea del Sur) por Broker, de Hirokazu Kore-eda (Japón/Corea del Sur)
Cámara de Oro (mejor primera película en todas les secciones): War Pony, correalizada por Riley Keough y Gina Gammell (Estados Unidos), presentada en Un Certain Regard
Mención Especial Cámara de Oro: Plan 75, de Hayakawa Chie (Japón), presentada en Un Certain Regard
Mejor Cortometraje: The Waters Murmurs, de Jianying Chen (China)
Mención Especial Cortometraje: Lori, de Abinash Bikram (Nepal/Hong Kong)
UN CERTAIN REGARD
Premio Un Certain Regard: Les Pires, de Lise Akoka i Romane Guéret (Francia)
Premio del Jurado: Joyland, de Saim Sadiq (Pakistán)
Mejor Dirección: Alexandru Belc (Rumanía), por Metronom
Mejor Guión: Maha Haj (Palestina), por Mediterranean Fever
Premio Mejor Actuación (ex-aequo): Vicky Krieps, por Corsage, de Marie Kreutzer (Austria) / Adam Bessa, por Harka, de Lotfy Nathan (Túnez)
Coup de cœur (mención especial) del Jurado: Rodéo, de Lola Quivoron (Francia)
QUINCENA DE REALIZADORES
Label Europa Cinemas : Un beau matin, de Mia Hansen-Løve (Francia)
Premio SACD: La Montagne, de Thomas Salvador (Francia)
SEMANA DE LA CRÍTICA
Gran Premio: La jauría, de Andrés Ramírez Pulido (Colombia)
* Todas las crónicas del Festival de Cannes 2022
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