Los Lumières dan aliento al cine francés y coronan ‘Les Choses qu’on dit, les choses qu’on fait’

MOREAU-PERUSSEAU/BESTIMAGE | Emmanuel Mouret con el premio de los Lumières 2021 a la mejor película por <em>Les Choses qu'on dit, les choses qu'on fait</em>
MOREAU-PERUSSEAU/BESTIMAGE | Emmanuel Mouret con el premio de los Lumières 2021 a la mejor película por Les Choses qu’on dit, les choses qu’on fait

VICENÇ BATALLA. Sin saber todavía cuándo los cines volverán a abrir en Francia y teniendo en cuenta que todos los estrenos en las salas a finales de año tuvieron que ser aplazados a una fecha incierta, los premios 2021 de la Academia de los Lumières de la prensa extranjera suponen un poco de reconforte y de esperanza con su palmarés de las películas que al menos pudimos ver el año 2020. Y ha sido con una obra sobre un tema tan frágil como el amor la manera cómo este palmarés se ha coronado: la sensible y coral Les choses qu’on dit, les choses qu’on fait (Las cosas que se dicen, las cosas que se hacen), de Emmanuel Mouret, que en otoño pudo estar afortunadamente seis semanas en cartelera.

Tampoco hay un gran vencedor de esta velada grabada y difundida desde los estudios de Canal+ en París sin público, pero con casi todos los premiados presentes, porque las principales categorías se hallan bastante repartidas: dirección para Maïwenn por ADN; guión para Stéphane Demoustier por La Fille au bracelet; mejor imagen para Hichame Alaouié por Été 85, de François Ozon; premio ex aequo de mejor actriz para Martine Chevallier y Barbara Sukowa por Deux, de Filippo Meneghetti, que además gana como mejor primera película; premio de mejor actor para Sami Bouajila por Le Fils, del tunecino Mehdi Barsaoui. Mientras que la película de animación Josep, de Aurel, a quien entrevistamos en septiembre, se impone tanto en su categoría como en la de música con la catalana Sílvia Pérez Cruz. El comentario de todos estos largometrajes, las ausencias que lamentamos y los otros títulos que hemos visto pero no se han podido estrenar nos sirven para situar el estado de una producción en horas bajas y cortocircuitada por las plataformas de streaming. * Palmarés al final, con traducción de títulos

PASCAL CHANTIER/MOBY DICK FILMS | Niels Schneider y Camélia Jordana en <em>Les Choses qu'on dit, les choses qu'on fait</em>
PASCAL CHANTIER/MOBY DICK FILMS | Niels Schneider y Camélia Jordana en Les Choses qu’on dit, les choses qu’on fait

Emmanuel Mouret ya fue finalista para la mejor película de los Lumières hace dos años con el film de época Mademoiselle de Joncquières. La obra, con Cécile de France y Édouard Baer, tenía su encanto pero estaba demasiado encorsetada en sus diálogos cortesanos. Con el contemporáneo Les choses qu’on dit, les choses qu’on fait, Mouret se libera de este estorbo y despliega toda una multitud de personajes y de cruces amorosos imantados por el encuentro entre Camélia Jordana y Niels Schneider y la luz conmovedora que emite la presencia de la primera. Las historias paralelas con Vincent Macaigne, Émilie Dequenne, Jenna Thiam o Guillaume Gouix contribuyen a dotar al conjunto de estos dichos y no dichos que nos atraviesan a lo largo de la vida y que deciden sobre en lo que uno se convierte. No es por casualidad que el film obtuviera el sello Selección Oficial Cannes 2020 de una edición que no pudo celebrarse.

A sus cincuenta años, el realizador marsellés llega a su madurez cinematográfica. Como rivales a la mejor película, tenía a dos pesos pesados (François Ozon por Été 85; Albert Dupontel por Adieu les cons), una realizadora consagrada (Maïwenn por ADN, ¡que solo se pudo proyectar dos días el 28 y 29 de octubre!) y dos cineastas prometedores (Stéphane Demoustier por La fille au bracelet; Filippo Meneghetti por Deux). No pudimos ver Adieu les cons, apreciamos ADN sin que nos convenciera, abrazamos la inmersión adolescente y musical de Été 85, nos dejamos llevar por la trama judicial de La fille au bracelet y encontramos de una gran sutileza la historia de amor entre dos señoras mayores de Deux.

Maïwenn, François Ozon y Filippo Meneghetti

MALGOSIA ABRAMOWSKA | Maîwenn, Caroline Chaniolleau y Fanny Ardant, en <em>ADN</em>
MALGOSIA ABRAMOWSKA | Maîwenn, Caroline Chaniolleau y Fanny Ardant, en ADN

En este sentido, hubiéramos preferido que la mejor dirección recayera en Ozon o Meneghetti. La película de Maïwenn tiene sus virtudes como recreación coral y sincera de las raíces argelinas de la cineasta. Quizás es su trabajo más espontáneo y el menos fabricado, pero algunas situaciones y algunos personajes acaban por irritar y hacen caer por momentos la tensión y la pretensión del propósito. De manera más consensual, encontramos oportuno el mejor guión para Stéphane Demoustier por La Fille au bracelet inspirado a su vez del film argentino, que no hemos visto, Acusada de Gonzalo Tobal y Ulises Porra.

Pero la ausencia que lamentamos en las principales categorías es la de Énorme, de Sophie Letourneur. Podríamos decir que es la película más singular del año en Francia. Entre comedia y drama documental, la pareja atípica formada por Marina Foïs y Jonathan Cohen cuestiona el rol de la maternidad, el destino asignado a las mujeres, la masculinidad, los sexos y, a su vez, muestra el trabajo de las comadronas con imágenes reales. Letourneur, que confiesa haber tenido problemas con sus productores para mantener la esencia del montaje, se rifa los géneros y entrega una obra irreverente y saludable.

Con las reaperturas y cierres de los cines, nos perdimos Un soupçon d’amour, de nonagenario Paul Vecchiali. La crítica francesa ha loado esta historia de una actriz, interpretada por Marianne Basler, que abandona una pieza de teatro en la que trabaja para irse a reunir con su hijo en su pueblo natal e intentar tener una vida diferente aunque el realizador, leemos, le reserva otras trampas.

Como compensación, Été 85 ha obtenido el galardón a la mejor imagen de Hichame Alaouié que reproduce a la perfección la atmósfera de las vacaciones de los adolescentes en la playa en los años ochenta. Y sus dos protagonistas, Félix Lefebvre y Benjamin Voisin, han ganado ex aequo el premio a la revelación masculina merecido por sus monumentales broncas. Las dos experimentadas actrices de Deux, Martine Chevallier y Barbara Sukowa (que trabajó con Fassbinder), han conseguido por su parte el premio absoluto por esta oda al amor entre mujeres pese a su edad y las presiones de la sociedad. El italiano Meneghetti las filma con la ternura y los accidentes de una fotografía otoñal y con una gran virtuosidad, por lo que ha obtenido el premio al mejor debutante. Por otra parte, el largometraje ha sido escogido para representar a Francia en los Óscar.

Los numerosos aplazamientos a causa de la pandemia 

CHARLIE BUS PRODUCTIONS | Noée Abita y Jérémie Renier en <em> Slalom</em>, de Charlène Favier
CHARLIE BUS PRODUCTIONS | Noée Abita y Jérémie Renier en Slalom, de Charlène Favier

La carrera a la mejor primera película era reñida porque, incluso con las ausencias por el nuevo confinamiento, los otros nominados también estaban a la altura. Es una lástima que dos films, Tout simplement noir y Mignonnes, se hayan quedado sin nada. El primero, de Jean-Pascal Zadi y John Wax, es el reverso cómico de Misérables y trata con la desenvoltura necesaria la cuestión racial en Francia. Zadi, además, optaba a revelación masculina. El segundo, de Maïmouna Doucouré, es un muy vivo y coreográfico retrato de las chicas de hoy y, a su vez, de la doble identidad de la protagonista entre el África subsahariana y la periferia parisina que hacía de la pequeña actriz que la encarna, Fathia Youssouf, una candidata a revelación femenina.

Ha sido la mayor Noée Abita, que descubrimos solar en Ada, quien se ha llevado el premio por Slalom, de Charlène Favier. En este caso, nos quedamos un poco dubitativos. Y no es porque la película de la debutante Favier sobre el acoso y abusos sexuales en el mundo del deporte -aquí en torno a un entrenador de esquí (Jérémie Renier) y su pupila- no sea destacable. Es porque la academia decidió mantener el film después de su enésimo aplazamiento a causa de los confinamientos.

Hay otros films de calidad que han sufrido la misma suerte. La lista es larga: Des hommes, de Lucas Belvaux; Un triomphe, de Emmanuel Courcol; Ibrahim, de Samir Guesmi; L’Origine du monde, de Laurent Lafitte; Gagarine, de Fanny Liatard y Jérémy Trouilh; Seize printemps, de Suzanne Lindon; Le Discours, de Laurent Tirard; Médecin de nuit, de Elie Wajeman; Rouge, de Farid Bentoumi; La Nuée, de Just Philipott; Mandibules, de Quentin Dupieux. Todos ellos, excepto los dos últimos, contaban con el sello Selección Oficial Canes 2020 y todos, como Slalom, han tenido que posponer su estreno previsto inicialmente a finales de 2020. Y podríamos decir lo mejor de algunos de estos títulos que hemos podido ver como Gagarine, Ibrahim, Seize printemps, Médecin de nuit, Le Discours o La nuée.

Enriquecedoras coproducciones internacionales

ARCHIVO | Yahya Mahayni, como hombre objeto en <em>The man who sold his skin</em>, de Kaouther Ben Hania
ARCHIVO | Yahya Mahayni, como hombre objeto en The man who sold his skin, de Kaouther Ben Hania

Una cosa parecida ocurre con la mejor coproducción internacional en que ha obtenido el premio The man who sold his skin, de Kaouther Ben Hania. Pese a haber sido galardonada en el último festival de Venecia, la película no pudo estrenarse en las salas francesas antes del 31 de diciembre. El trabajo de la tunecina Ben Hania en esta epopeya de un sirio que para huir de su país se deja tatuar su cuerpo como un objeto controvertido de arte contemporáneo es cautivador aunque un poco hinchado. A su lado, en la sección de coproducciones internacionales, había grandes films como Abou Leila, del argelino Amin Sidi-Boumédiène, Adam, de la marroquí Maryam Touzani, Yalda, A night for forgiverness, del iraní Massoud Bakhshi, La llorona, del guatemalteco Jayro Bustamante, o You will die at 20, del sudanés Amjad Abu Alala. Pero aceptamos el criterio de los responsables de la academia y la decisión democrática del centenar de nuestros colegas. El año ha sido muy complicado para todas las academias y, por ejemplo, los César se han visto obligados a trasladar su ceremonia al 12 de marzo.

MOREAU-PERUSSEAU/BESTIMAGE | Sílvia Pérez Cruz y Aurel con sus Lumières 2021 a la mejor música y mejor película de animación por <em>Josep</em>
MOREAU-PERUSSEAU/BESTIMAGE | Sílvia Pérez Cruz y Aurel con sus Lumières 2021 a la mejor música y mejor película de animación por Josep

Por el primer film del también tunecino Mehdi M. Barsaoui Un fils, el francés Sami Bouajila ha ganado el premio al mejor actor. En esta categoría, también estaba nominado Nicolas Maury como actor-realizador por su primera película Garçon chiffon. El largometraje ha recibido muy buenas críticas que nosotros no compartimos, porque vemos en él algunos de los tics del cine francés demasiado auto-centrado sobre él mismo. Al contrario, y sin ser entusiastas, el trabajo de Laure Calamy en la comedia Antoinette dans les Cévennes, de Caroline Vignal, hubiera podido llevarse el premio a la mejor actriz. El público le ha bendecido con 750.000 espectadores mientras las salas continuaban abiertas y, aunque la historia es poco verosímil, esta nos resultó simpática.

Josep, Aurel y Sílvia Pérez Cruz 

Nada que objetar a la mejor animación para Josep, del dibujante Aurel. Hablamos ampliamente del film en nuestra entrevista, que nos llevaba a explicar con detalle la historia de su protagonista exiliado republicano Josep Bartolí en los campos de internamiento del Rosellón al final de la Guerra Civil española, y posteriormente amante de Frida Kahlo y familiar del grupo de los abstractos expresionistas de Nueva York. La labor del guionista Jean-Louis Milesi también  tiene mucho que ver. Y, para redondearlo, el premio a la mejor música ha sido para la catalana Sílvia Pérez Cruz que compone, canta y dobla la voz de Frida. Únicamente había cuatro films de animación nominados, pero todos ellos excelentes: Calamity, une enfance de Martha Jane Cannary, de Rémi Chayé; L’Extraordinaire voyage de Marona, de Ana Damina; y Petit vampire, de Joann Sfar.

Documentales sobre el estado del país

LE BUREAU/JOUR2FÊTE | Una de las imágenes analizadas en el documental Un pays qui se tient sage, de David Dufresne
LE BUREAU/JOUR2FÊTE | Una de las imágenes analizadas en el documental Un pays qui se tient sage, de David Dufresne

En la última categoría de documentales, el nivel era asimismo muy elevado. El ganador Un pays qui se tient sage, del periodista David Dufresne, es una reflexión visionando imágenes de protagonistas, responsables e intelectuales alrededor de las manifestaciones de los últimos años de los chalecos amarillos y el debate sobre la violencia. El documental intenta no ser militante y da la palabra a las dos partes, pero está claro que Dufresne busca poner de relieve las prácticas de la policía y el poder. Y esta es la utilidad de su film.

Con una mayor distancia, Sébastien Lifshitz observa en Adolescentes durante cinco años a dos amigas de escuela que vida, carácter y condiciones sociales acaban por separar. La cámara se hace sutil y así atravesamos los atetados yihadistas de 2015, el duelo Emmanuel Macron-Marine Le Pen de 2017 y esta misma fractura del país que han evidenciado los chalecos amarillos en la intimidad de estas dos amigas. La Cravate, de Étienne Chaillou y Mathias Théry, hace el fino retrato de un joven militante de extrema derecha procedente de los skin heads. Kongo, de Hadrien La Vapeur y Corto Vaclav, se sumerge en el mundo animista en Brazzaville entre lo visible y lo invisible. Y Si c’était de l’amour, de Patric Chiha, capta la magia de los movimientos y las emociones de los bailarines y bailarinas en el interior y exterior de la pieza Crowd de Gisèle Vienne con un resultado deslumbrante.

Las salas de cine, las plataformas y los festivales

ARCHIVO | Le sede del organismo de promoción internacional del cine francés Unifrance en París
ARCHIVO | Le sede del organismo de promoción internacional del cine francés Unifrance en París

El número de entradas del cine francés ha caído un 60% en el interior del país y un 70% en el extranjero en 2020, a causa de los confinamientos consecutivos, según el organismo de promoción Unifrance. Pese a ello, la filmografía francesa continúa siendo la segunda más representada en el mundo tras la de Estados Unidos, con Rusia (1,46 millones de entradas) y España (1,42 millones de entradas) como sus dos mayores mercados. Porque, simultáneamente, los blockbusters de Hollywood han hibernado durante la pandemia.

Pero, en contrapartida, las grandes plataformas americanas arañan cada  vez más espectadores en este período en que ya han conseguido atraer a muchas películas que tenían que estrenarse primero en las salas. Y, en Francia, se sigue esperando un acuerdo entre distribuidores y exhibidores, de una parte, y Netflix o Amazon, de la otra, para facilitar una vida más de acuerdo con los tiempos que corren a los films. Que busque a su vez un equilibrio para no matar a las salas y para que continúe garantizando la financiación del cine de autor.

Seguimos todos estos debates de responsables de toda Europa durante la jornada que Unifrance organizó en línea la segunda semana de enero, aprovechando su cita anual desde París, y escuchamos también a los directores y directoras de los festivales más cercanos en el tiempo. El Festival de Rotterdam (1-7 de febrero) se hará en línea, así como la Berlinale (1-5 de marzo) que tendrá una segunda cita física en junio. Sundance (29 de enero-3 de febrero), en Estados Unidos, sigue el mismo dispositivo online.

¿Y el Festival de Cannes? “Trabajamos en una configuración clásica en el mes de mayo”, explicaba su delegado general, Thierry Frémaux, en una entrevista al semanario Les Inrockuptibles. “Sería imprudente anunciarlo ahora. Lo haremos en enero, que será crucial, un mes después de las primeras vacunas. Nosotros ya hemos anunciado fechas de aplazamiento posibles, una de ellas al mes de julio”. Crucemos los dedos.

Y agradecemos a los premios Lumières por haber mantenido esta 26ª ceremonia. Y que también supone el mejor homenaje al periodista español José María Riba, desaparecido en mayo pasado tras haber relanzado la Academia hace cinco años. Esta ceremonia tan especial le estaba dedicada.

PALMARÉS DE LOS PREMIOS LUMIÈRES 2021

Película
Les Choses qu’on dit, les choses qu’on fait (Las cosas que se dicen, las cosas que se hacen), de Emmanuel Mouret

Dirección
Maïwenn – ADN

Actriz
Martine Chevallier y Barbara Sukowa –  Deux (Entre nosotras)

Actor
Sami Bouajila – Le Fils (El hijo)

Guión
Stéphane Demoustier La Fille au bracelet (La chica del brazalete)

Imagen
Hichame Alaouié – Été 85 (Verano del 85)

Revelación femenina
Noée Abita – Slalom (Eslalon)

Revelación masculina
Félix Lefebvre et Benjamin Voisin – Été 85 (Verano del 85)

Premiera película
Deux (Entre nosotras), de Filippo Meneghetti

Coproducción internacional
The man who sold his skin (El hombre que vendió su piel), de Kaouther Ben Hania

Animación
Josep, de Aurel

Documental
Un pays qui se tient sage (Un país que se comporta sabiamente), de David Dufresne

Música
Sílvia Pérez Cruz – Josep

 

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