Jonás Trueba: «Yo me tomo el trabajo como una forma de amor»

MARCO BARADA | El director madrileño Jonás Trueba, respondiendo a una de las preguntas que le hicimos en la presentación de <em>Volveréis</em> en la Quincena de Cineastas, en mayo pasado en Cannes
MARCO BARADA | El director madrileño Jonás Trueba, respondiendo a una de las preguntas que le hicimos en la presentación de Volveréis en la Quincena de Cineastas, en mayo pasado en Cannes

VICENÇ BATALLA. El realizador Jonás Trueba (Madrid, 1981) ya tiene suficiente cartel en Francia para que su octava película, Volveréis (Septembre sans attendre), se estrene en este país dos días antes, el 28 de agosto, que en España. Presentada en la Quincena de Cineastas del pasado Festival de Cannes, era su primera participación en la cita de la Costa Azul y, además, obtuvo el premio paralelo Label Europa Cinemas. En ella, sigue construyendo, y deconstruyendo, su cine cotidiano con fondo madrileño y su equipo de confianza bajo el paraguas de producción de Los Ilusos Films. Su compañera, Itsaso Arana también realizadora, y Vito Sanz siguen siendo los protagonistas de esta historia en que una pareja después de quince años juntos deciden celebrar una fiesta… para separarse. Un sorprendente punto de partida que es, a su vez, una puesta en cuestión de una película que se está realizando en el interior mismo de la trama. Una reflexión de metacine, pero que mantiene las coordenadas de simplicidad del director.

En esta conversación a varias bandas en una playa de La Croisette, en mayo pasado, junto a compañeros de medios latinoamericanos, nosotros compartimos parte de las preguntas. Le hemos dado la vuelta para empezar con una de las nuestras, al igual que cuando le citamos a Hong Sang-soo, Éric Rohmer, el papel actual sobre su filmografía de la crítica francesa o el (curioso) equilibrio con su padre, el también cineasta Fernando Trueba, que es uno de los personajes que su hijo incluye en el largometraje. Nuestros colegas también le recuerdan sus guiños al ensayista Stanley Cavell, Kierkegaard y una forma de entender el cine que quiere conservar como propia a falta de entrar en otro tipo de producciones en que podría perderse.

MARCO BARADA | El realitzador Jonás Trueba, davant del cartell de la Quinzena de Cineastes a Canes per la presentació de Volveréis
MARCO BARADA | El realizador Jonás Trueba, delante del cartel de la Quincena de Cineastas en Cannes por la presentación de Volveréis

Volvéreis es un cuestionamiento de la pareja, pero también del cine. Y este cine lo hacéis en equipo, tú, Itsaso, Vito… ¿Hasta qué punto vosotros mismos os ponéis en riesgo cuando intentáis hacer este trabajo de cuestionamiento?

“Me gusta que lo digas así porque, efectivamente, creo que ‘Volveréis’ muestra un poco ese cuestionamiento, incluso esa incomodidad que, a veces, tenemos cuando estamos haciendo una película. Al final, es un proceso de creación muy frágil, que me gusta pensar que la película muestra. Y, al mismo tiempo, también muestra algo que tiene que ver con nuestra forma de trabajar. Nosotros venimos trabajando con el mismo equipo de técnicos y actores, prácticamente, desde mi primera película. Y es muy bonito porque habla de un grupo que se ha ido creando y ha ido generando una confianza, una fidelidad. Pero, luego, esta confianza, esta fidelidad no es fácil sostenerla a lo largo del tiempo, te vas dando cuenta. Es algo que también le pasa en la película a la pareja. Llevan muchos años juntos, igual que yo llevo muchos años con mi grupo Los Ilusos. Pero no es un pacto de sangre, es algo que tienes que ir renovando. No sabes si va a durar para siempre. Esa fidelidad que nos guardamos, hay que trabajarla, hay que cultivarla. No es evidente, no lo podemos dar por hecho. Y la película también habla de eso: cómo, a través de una pareja, ves que es necesario ponerse en crisis, renovar el pacto. Es una reflexión que vale para el amor, pero que también vale para el trabajo. Sobre todo si te tomas el trabajo como una forma de amor”.

El tratamiento de la pareja es algo que también hiciste en Tenéis que venir a verla (2022). Se siente como una especie de secuela espiritual. Cuando estabais filmando la anterior, ¿ya pensabas en este otro proyecto?

“No, ‘Tenéis que venir a verla’ fue una película muy feliz para mí, aunque nace en un contexto de la pandemia muy complicado. Es una película que la hicimos en ocho días de manera muy instintiva, muy intuitiva, muy rápida. ¡Ojalá pudiera hacer películas así siempre, con esa rapidez! En cambio, ‘Volveréis’ también ha sido una película rápida, más compleja de producción. Pero surgió realmente el año pasado. Empezamos a escribirla en enero de 2023 y, en enero de 2024, la estábamos terminando de montar. Fue como algo que, de pronto, decidí hacer de un día para otro. De hecho, cambié mucho mis planes. Mi plan en la cabeza era haber hecho otra película, que venía trabajando desde hace un tiempo. Y, de pronto, por una serie de circunstancias, decidí que no, que tenía que abandonar aquello. ‘Volveréis’ surge como un revulsivo, como algo muy rápido que necesité hacer, para quitarme de encima los problemas que arrastraba”.

Esta forma de filmar tuya recuerda a la sencillez del surcoreano Hong Sang-soo. ¿Es una influencia para ti?

“A mí, uno de los cineastas que siempre me han inspirado es Jonas Mekas (Semeniškiai, Lituania, 1922-Nueva York, 2019), que durante años era denigrado porque hacía ‘home movies’, como decimos nosotros de las nuestras. Está Jonas Mekas y está Hong Sang-soo, que forman parte de una especie de familia para mí. Cada uno en su lugar, a su manera, en su estilo. Al final, son cineastas que nos muestran un camino en que se pueden hacer películas de otra manera”.

Fernando Trueba, padre y personaje en ‘Volveréis’

RC | Durante el rodaje de <em>Volveréis</em>, el director Jonás Trueba, la actriz Itsaso Arana y Fernando Trueba en su papel también de actor
RC | Durante el rodaje de Volveréis, el director Jonás Trueba, la actriz Itsaso Arana y Fernando Trueba en su papel también de actor

¿Cómo ha sido la participación de tu padre, Fernando, como actor en Volveréis? ¿Te ha hecho sugerencias en la dirección?

“Obviamente, es el cineasta con el que he crecido. Es un gran cinéfilo, con lo cual he tenido la suerte de poder disfrutar de las películas que él amaba y que me ofrecía cuando era pequeño. Por ejemplo, las películas de la comedia americana es algo que he mamado, he crecido con ellas… Y es bonito dialogar ahora con ellas a través de esta película. Y dialogar también con mi padre. Porque toma un espacio dentro de la película, que es importante. Estoy feliz de haberme atrevido a encontrarle este hueco. Y hacer esta película un poco para intentar devolverle algo de lo mucho que él me ha dado”.

¿Y qué tal actor es?

“He trabajado con él igual que trabajo con Itsaso, con Vito, con todos los actores. Siempre digo que partimos de nosotros mismos para, incluso, reírnos de nosotros mismos. ¡Porque el gesto de ponerse delante de una cámara es tan fuerte, tan generoso también, tan frágil! Tengo muchos amigos que son actores y valoro mucho eso, y sé lo difícil que es. Y siempre les digo que la película tiene que servir también para ellos. Les tiene que servir a ellos, les tiene que devolver una imagen de sí mismos que a lo mejor no es tan evidente. Y, con mi padre, igual. En el fondo, era como devolverle algo. También es bonito cuando los actores son capaces de ponerse en escena, ponerse delante de la cámara y reírse un poco de sí mismos. Aquí, mi padre hace también un ejercicio casi de autoironía, que creo que es sano… La verdad es que se lo pasó bien. Y, al mismo tiempo, yo le notaba con su preocupación, responsabilidad, bueno, a ver qué vamos a hacer. De no fastidiarla… ”.

Continuando con este diálogo con tu padre, ¿hasta qué punto has querido distanciarte de él en un momento determinado y hasta qué punto ahora te sirve de referencia? ¿Cuál es el equilibrio?

“Es complejo hablar de esto… ¡Vaya lío en que me he metido, que ahora tengo que responderos a estas preguntas! En realidad, me da mucha vergüenza y es todo como muy íntimo. Me lo tengo merecido, ya sabía que esto iba a ser así… Estamos muy expuestos en esta película todos. Y no es fácil responder a esto que me preguntas, porque ni yo mismo lo sé muy bien. Hay algo ahí que es complejo. Al final, eres hijo de quien eres, todos lo somos… Y es como medio imposible pretender evitarlo. De todas formas, con mi padre no es que haya querido marcar distancias. He intentado básicamente marcar mi propio camino, sin tampoco pretender hacer un gesto, no sé, de oposición. Sino más bien un gesto de diferenciación, por pequeño que fuera. Porque, al final, estamos muy cerca”.

Lecturas sobre el cine de Stanley Cavell a Kierkegaard

LOS ILUSOS FILMS | Vito Sanz (Álex) e Itsaso Arana (Ale), en un momento de <em>Volveréis</em>, de Jonás Trueba, repartiéndose los libros para su separación
LOS ILUSOS FILMS | Vito Sanz (Álex) e Itsaso Arana (Ale), en un momento de Volveréis, de Jonás Trueba, repartiéndose los libros para su separación

El padre (Fernando Trueba) de Ale (Itsaso Arana) le regala en Volveréis el libro La repetición, de Kierkegaard (Copenhague, 1813-Copenhague, 1855). ¿Te pasó algo similar con tu padre?

“Mi padre, que lee muchísima filosofía, sobre todo desde hace unos años, justo Kierkegaard no ha sido una de sus lecturas. Pero es muy dado a esto. Llegas a casa y, de pronto, le da por estar leyendo a Kant y puede estar leyendo Kant durante meses. Además, mi padre se pone a leer algo y lo lee todo. Y te lo quiere compartir. Te habla de eso y quiere contagiarte la pasión que está teniendo por este filósofo. De pronto, es Kant, luego es Voltaire, luego es Condorcet, o vete a saber. Sí que hay algo que quería recoger, esta manera que él tiene de apasionarse y querer transmitir su pasión. Precisamente, Kierkegaard no era uno de estos… ”.

¿Tuyo sí?

“Bueno, yo llegué a Kierkegaard a través de Stanley Cavell (Atlanta,1926-Boston, 2018). Hay esta escena en la película que es importante, que habla de la transmisión, de cómo nos pasamos libros que nos van inspirando, que nos pueden cambiar la vida. En mi caso, fue leyendo a Cavell, al que descubrí ya hace muchos años. Luego, también ha pasado al revés. Que yo le descubro, a veces, escritores a mi padre. Intercambiamos, él me da unos libros y yo le paso otros. Los propios libros te hacen correr una transmisión con otros. Cavell, en eso, es increíble. Es él quien me puso sobre la pista de Kierkegaard. Tenemos la idea de Kierkegaard, el cliché de Kierkegaard como un filósofo torturado. Hay algo de eso en él, desde luego. Pero lo que me sorprendió al empezar a leerlo, cuando me puso en la pista Cavell este libro en concreto, es lo divertido que es, su sentido del humor, lo moderno que es Kierkegaard”.

A propósito de Cavell, él dijo que el cine nos hace mejores. ¿Tú piensas lo mismo?

“Sí, creo mucho en esa idea de Cavell. Es muy bonito como lo argumenta. En el caso de Cavell, ves que es un grandísimo espectador. Que le pone mucha fe al cine. Es capaz de ver estas películas que ama y las ama tanto que las hace mejores también. Las sabe pensar y las sabe transmitir de una manera virtuosa, maravillosa. Y eso creo que es su gran lección. El cine nos hace mejores, precisamente, porque todavía vamos a ver una película o nos ponemos a ver una película y tenemos la mejor actitud posible como espectadores, que es lo que él tiene. Cavell tiene una actitud de espectador generosa, atenta, curiosa. No cínica, no cerrada, sino siempre abierta. Y eso es una gran lección. Lo ves en sus textos, en sus escritos. Solo el gesto de que todavía vayamos a ver una película y le pongamos fe. Y queremos ir a ver eso, qué te cuenta un cineasta de Taiwán, de Uruguay… o de España. Ese pequeño gesto de ir a ver una película, te da esperanza en la vida. Es como una predisposición, un interés. De la misma forma que los cineastas que nos ponemos a mostrar algo, a retratar algo, también es una fe en la vida. Es una confianza en la vida, con lo cual sí creo que el cine es una manera de estar bien en el mundo, de hacernos mejores”.

La acogida francesa desde ‘La virgen de agosto’

MARCO BARADA | La actriz Itsaso Arana, en la Quincena de Cineastas de Cannes en mayo pasado, como coprotagonista de <em>Volveréis</em>, de Jonás Trueba
MARCO BARADA | La actriz Itsaso Arana, en la Quincena de Cineastas de Cannes en mayo pasado, como coprotagonista de Volveréis, de Jonás Trueba

Sobre la crítica francesa, ¿estás contento de cómo te han recibido desde la Virgen de agosto (2019)? Porque ahora sí que estás en todos los cines franceses. Vas a estrenar incluso dos días antes que en España.

“Lo que me gusta es que, en Francia, las películas han llegado de una manera muy natural. Cuando Bénédicte Thomas, la distribuidora de Arizona, compra ‘La virgen de agosto’ y la estrena (en 2020), ni siquiera sabe quién es mi padre, no está pensando en mi apellido, ni nada. Pone la película y la película empieza a funcionar y genera interés en espectadores, en periodistas. Y eso lleva a que, luego, hayamos podido estrenar otras tres películas más en cuatro años. O sea, vamos a estrenar cuatro películas en Francia en cuatro años. Lo cual es increíble. Y con una atención por parte de los medios muy generosa. Pero ya digo que sin forzar nada. Lo que me gusta, que me deja tranquilo, es que todo esto lo han generado las propias películas, que han ido encontrando sus espectadores que las defendían. ¡Qué bonito es que todavía pueda pasar!”.

¿Cómo llegas a crear el lenguaje de tus películas? Porque si bien hay puntos que quizás dialogan entre sí, también tienes una película como Quién lo impide (2021) con un lenguaje totalmente distinto…

“Es algo que no lo predeterminas mucho. Lo vas encontrando, película a película. También pienso que cada película lo requiere. Aunque todas tienen algo similar, solo por el hecho de que estoy yo ahí, y más o menos las mismas personas detrás y hay algo en común. Pero sí que intentas, con cada película, hacerla de manera específica. Cada película necesita una serie de elementos, unos tiempos. Intentamos no hacerlas sistemáticamente igual, sino como entiendo que necesitamos. ‘Quién lo impide’ necesitaba otra manera de hacerse. Necesitaba yo estar muy tranquilo con los jóvenes, pasé con ellos mucho tiempo. Prácticamente, yo solo con la cámara. Sin embargo, para ‘Volveréis’ ha sido una cosa bien distinta. Y, al final, el estilo viene siempre de cómo planteas la producción. Creo que eso es clave”.

Y hay otro cineasta que te debe haber influido como Éric Rohmer…

“Por supuesto, es uno de los grandes cineastas para mí. Por muchas cosas, porque era un gran cineasta, un gran escritor de cine. Pero, sobre todo, lo que más me gustaba de él era cómo se implicaba en la producción. El diseño de producción de sus películas es lo que le hace ser un cineasta tan genuino, tan particular. La implicación que él tenía como productor. Es algo que me parece su gran enseñanza”.

Producción en equipo antes que por encargo

MARCO BARADA | Un momento de la entrevista de Jonás Trueba en el Festival de Cannes por <em>Volveréis</em>, con otros cinco compañeros de la prensa latinoamericana
MARCO BARADA | Un momento de la entrevista de Jonás Trueba en el Festival de Cannes por Volveréis, con otros cinco compañeros de la prensa latinoamericana

¿Volveréis el mismo equipo?

“Espero que sí, pero no se puede dar nada por hecho. Creo que hemos llegado a un punto bonito, vamos a ver… Ya llevamos unos cuántos años trabajando juntos. Yo creo que sí, que es la voluntad que todos tenemos. Pero, de nuevo, habrá que ver en la siguiente película y renovar el pacto. Ver si estamos dispuestos… Hasta ahora, hemos sido tremendamente fieles, casi de una manera loca. Es que yo no he cambiado a ninguno de los jefes de equipo, somos los mismos desde la primera hasta esta última”.

¡Como un grupo de música!

“Como un grupo de música, pero ya sabemos que luego los grupos de música se acaban rompiendo. Es muy difícil… Se detestan…

¿Tienes ofertas para hacer producciones de otro tipo, para una plataforma o para televisión?

“No tengo ofertas. La verdad es que, a mí, no me han hecho una oferta creo que nunca. No me dicen los productores que me haya llamado tal productor o tal televisión. No me han hecho una oferta en la vida. ¡Lo cual también me jode! (risas del grupo). Comentando a veces esto con amigos, me dicen que ellos piensan que la voy a rechazar. ¡Pero me gustaría que, al menos, me la hicieran aunque sea para rechazarla!”.

De series, ya ni hablamos…

“Bueno, yo no me cierro a nada. No quiero parecer como un cineasta dogmático, me gustaría sorprenderme a mí mismo. Es verdad que siento que soy un cineasta limitado. No soy un cineasta virtuoso, aunque puedo contar cualquier historia. Creo que hay ese tipo de cineastas que pueden coger guiones o encargos, es maravilloso. Pero creo que no es mi caso, que yo siento que tengo que conocer mis propios límites y que, probablemente, es por eso que necesito hacer películas que siento que puedo controlar, que las tengo que construir un poco a mi medida, siendo muy consciente de todo lo que no sé hacer… También voy aprendiendo, y voy intentando arriesgarme, sorprenderme… Por otra parte, me encantaría seguir haciendo películas así, como las que he venido haciendo hasta ahora. En el sentido de hacerlas libremente, dependiendo de mí y de unos pocos amigos. Y, a priori, no me llama mucho todo lo que tenga que ver con someter el proceso de creación a los intereses de una corporación, como puede ser una plataforma o una televisión donde empiezan a opinar un montón de personas, ejecutivos, gente que solo está pensando en ventas, en el mercado. Eso, a priori, no me interesa”.

¿La baraja de cartas de Bergman existe de verdad?

“Existe. La inventó un mexicano, y me la descubrió una amiga argentina”.

¿Echaste las cartas?

“Incluso las usábamos para desatascar las crisis de guion, echábamos el tarot”.

*Especial de la plataforma MK2 Curiosity, con las recomendaciones de Jonás Trueba, Eva en agosto gratuito y la sorpresa de un fotomatón con su padre Fernando cuando Jonás tenía dos años y los comentarios en francés de este último

 

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