VICENÇ BATALLA. El año 2021 ha sido en el que la neozelandesa Jane Campion (Wellington, 1954) ha vuelto a la primera línea del cine mundial. En la Mostra de Venecia, ganó el León de Plata a la mejor dirección con The Power of the Dog, su primera película con un protagonista masculino en la piel de Benedict Cumberbatch como un vaquero atormentado. Y el pasado mes de octubre, recibió en Lyon el Premio Lumière a toda una carrera de manos de la francesa Julia Docournau, flamante ganadora de la Palma de Oro con Titane y segunda mujer, después de Campion en 1993 con The piano, en obtener el máximo galardón en Cannes. De hecho, con más de tres décadas detrás de la cámara, la neozelandesa abarca toda una época en la que la mirada femenina se ha ido liberando de la mirada cinéfila exclusivamente masculina.
En el Festival Lumière pudimos ver en pantalla grande la magnífica The Power of the Dog (El poder del perro), que ha financiado Netflix (y que se estrena el 11 de noviembre en Australia; el 17 en Estados Unidos; el 19 en España; y el 1 de diciembre en Francia solo en la plataforma). Y durante su estancia en Lyon, pudimos charlar durante una rueda de prensa con Campion junto al director del certamen y delegado general del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, y el crítico de cine y director de la revista Positif, Michel Ciment. El veterano Ciment conoce muy bien a la directora porque, en 2014, publicó el libro de entrevistas Jane Campion by Jane Campion (Cahiers de Cinéma). El encuentro lionés fue con varios colegas de la prensa internacional y la tercera pregunta, sobre su recorrido con la crítica, desde el entusiasmo inicial y el premio de Cannes a la más bien indiferencia posterior hasta su actual retorno en gracia, la planteamos nosotros. Su respuesta revela los desafíos que todo y toda cineasta debe superar para mantener su creencia en el acto de crear imágenes.
‘The power of the Dog’, Netflix y la difusión
La pandemia ha obligado a los cines a cerrar sus salas al público y a muchos cineastas estrenar sus películas en plataformas de vídeo bajo demanda. Al mismo tiempo, como podemos ver en el Festival Lumière, la gente ama y vuelve al cine. La pregunta es doble: ¿por qué decidió, o quizás se vio obligada, a producir su última película The Power of the Dog con Netflix? ¿Y cómo ve el futuro del cine dentro de diez años? ¿Podrán seguir coexistiendo la pequeña y la gran pantalla sin que una sustituya a la otra?
Jane Campion: «Creo que hay futuro, mezclando las dos plataformas para la difusión del cine. En el caso de ‘The Power of the Dog’, era una película cara de hacer. Y la gente que tenía el dinero era Netflix. Y podía elegir entre no hacerla o hacerlo con ellos. Fueron unos buenos socios y, sobre todo, por la pandemia. Tuvimos la suerte de contar con su apoyo. Creo que, de lo contrario, no la habríamos terminado todavía… Sé que el hecho de no poderse ver en Francia en pantalla grande es algo doloroso, porque Netflix y los distribuidores franceses aún no se ponen de acuerdo. No es lo que debería ser y es triste para mí porque me encanta el público francés. Ellos me han arropado desde el principio y yo les he devuelto el cariño. Y me gustaría que tuvieran la oportunidad de experimentar esta película también en un cine.
Todavía no se ha anunciado, pero hay un visado temporal para que películas de Netflix, incluida ‘The Power of the Dog’, tengan distribución en los cines… Y, sí, yo también lamento la situación. Todo el mundo tendrá esta posibilidad, pero no en Francia. Creo que es importante lo que consiguió Alfonso Cuarón (con la película ‘Roma’ en 2018 también financiada por Netflix). Cuando eres un cineasta famoso, puedes justificarlo. Y lo hizo con ‘Roma’, que es una película increíble. Estoy aprovechando este resquicio que él obtuvo. A los responsables de Netflix, también les gusta el cine. Hay que lidiar con un público que se ha acostumbrado a ver todo en casa. Netflix no hace más que reflejar esta audiencia. Y, sin embargo, como mucha gente, sé que puedo recordar en qué cine estaba sentada cuando vi películas importantes en mi vida. Ir al cine es algo que te ayuda en la búsqueda de una experiencia completa, con todo el mundo a tu alrededor. Lo mismo ocurre cuando se leen libros en Kindle. No puedes recordar uno del otro porque no llegas a visualizar el título”.
Heroínas y personajes inadaptados
Desde The piano hasta The Power of the Dog, hay la impresión de que todas sus películas presentan personajes un poco inhibidos, enclaustrados en su propia prisión interior, y el viaje que emprenden en la película puede tener éxito o no. ¿Significa esto que el viaje es más importante que el destino?
Jane Campion: «Creo que estoy entendiendo la pregunta (risas)… Sí, me interesan las personas inadaptadas porque, para mí, son heroínas, ya sea en mis películas o en los libros que amo, como los de Emily Brontë (1818-1848) o Emily Dickinson (1830-1886). Encontraron una vida más plena, fuera de las convenciones. No puedes tener una vida libre si sigues todas estas pequeñas reglas sociales. Tienes que encontrar tu propia libertad, entender que la vida es un regalo para ti… Y, definitivamente, me interesan ese tipo de personajes que se atreven a hacerlo o se ven obligados por las circunstancias. Sabemos cuándo termina el viaje (risas). Es lo mismo para todos. Así que, estoy de acuerdo, lo que cuenta es el proceso, lo que cuenta es el viaje. Es en el momento en que sucede”.
Michel Ciment: “Recuerdo cuando el poeta y filósofo francés Paul Valéry se refería a los escritores diciendo que su obra habla de uno mismo, especialmente cuando habla de otra persona. Quiero decir que su trabajo nunca es autobiográfico, pero al mismo tiempo en todas las películas, de una manera u otra, habla de sí misma. El mejor ejemplo es ‘An Ange at My Table’ donde, de hecho, su madre está presente desde el libro de otra persona”.
Jane Campion: «En ‘‘An Ange at My Table’, la escritora Janet Frame (1924-2004) tiene la increíble humildad u honestidad de hablar de su vida sin ningún tipo de protección, de una manera tan vulnerable. Y creo que yo, y probablemente todos los presentes, sabemos que uno tiene ese pelo rojo rizado (como el que tenía Frame) dentro de sí. Algo que te hace muy vulnerable. Y ella te lega sus experiencias, ¡que es un regalo increíble! Creo que esa es una de las razones por las que esta película es tan querida por tanta gente. Habla al corazón de nuestra vulnerabilidad”.
Michel Ciment: “¿Hay algo en ‘The Power of the Dog’ que provenga de una posible experiencia que haya tenido?”
Jane Campion: «Lo hay, pero no puedo hablar de ello (risas). Es demasiado personal (ríe de nuevo)”.
Thierry Frémaux: “¿Ha sido usted vaquera durante su vida?”
Jane Campion: «Sí, he sido una vaquera».
Michel Ciment: «Sí, montaba a caballo…».
Crítica, autocrítica e historia del cine
Jane Campion: «Ahora, cuando estábamos tomando un café con Michel, me dijo algo muy importante para los jóvenes directores o para otros”.
Michel Ciment: “No, lo que decía es que, obviamente, me marcaron mucho los cortometrajes y la primera película de Jane Campion, ‘Sweetie’. Y lo que admiraba en el director y productor Pierre Rissient (1936-2018) en particular, que fue su descubridor, era la capacidad de reconocer el talento de alguien desde su primera película. Porque si no eres atrevido en tu primera película, nunca lo serás. En una primera película, te lanzas a la batalla, no te han hecho daño hasta entonces, no has tenido a los críticos en contra, no has tenido al público en contra, no has tenido a los productores en contra. Has hecho lo que querías hacer. Y una persona que no hace todo lo que puede en su primera película, nunca hará grandes películas. Y eso es lo que encontré en el primer film de Jane Campion: esa audacia, esa visión única que no había encontrado en nadie otro”.
Siguiendo con la pregunta de Michel Ciment, usted tuvo buenas críticas y grandes premios hasta The Piano, pero después con The Portrait of a Lady, Holy Smoke o In the Cut no consiguió los favores de la crítica. Y ahora los tiene de nuevo con The Power of the Dog. Incluso se empieza a reivindicar Holy Smoke o In the Cut. Por ello, ¿le influye lo que los críticos dicen de sus películas y le hace cambiar su forma de hacer cine o no le influye en absoluto?
Jane Campion: «¡Prefiero que no haya ninguna crítica! (grandes risas)«.
Thierry Frémaux: “No, porque se lo traduje y le dije si prefería las buenas o las malas críticas…”.
Jane Campion: «Yo soy una crítica muy activa conmigo mismo. Algo que es muy cruel. No creo que haya cosas que se puedan escribir en la prensa que no las haya pensado yo misma. Quizás se hayan formulado mejor que lo pueda hacer yo, a veces como una buena flagelación… Pero creo que en el proceso de hacer una película hay que aceptar, por mucho que te cueste, que te critiquen constantemente. Te fijas constantemente en esas pequeñas cosas que te gustan y tratas de reforzarlas reduciendo las partes de la película que no funcionan. Así que ser duro con tu película es bastante normal. Y, en cierto modo, ser artista consiste en desarrollar esa dureza. No es un hobby, ni cuando alguien descubre que quiere ser artista. Si quieres serlo, ¡es difícil! No es para los débiles de corazón, no es para sentirse bien. Siempre es un reto… Para ser sincera, cuando se estrena una película y la gente de la prensa me hace comentarios genéricos o hay gente a la que no le gusta mucho, me tomo el sentimiento en su conjunto. Y evito obsesionarme con cosas concretas, porque puede entrar en tu interior como una metralla. Es mejor no encajarlo. De lo contrario, necesitas cirugía para sacarlo, con psicoterapia durante años. Así que este es su trabajo, pero no es necesariamente mi trabajo acarrear con las heridas”.
Thierry Frémaux: “¿Pero usted lee las críticas?”
Jane Campion: «No».
Thierry Frémaux: «Y si alguien le envía la crítica, ¿le presta atención?”
Jane Campion: «Si puedo evitarlo, lo evito (risas)… Es un momento cruel. Ya sabes por qué. Lo acepto mejor si viene de mi hija (vuelve a reírse), o de un asociado”.
Thierry Frémaux: “¿Lee libros de historia del cine?”
Jane Campion: «No sobre la historia, sino sobre ciertas películas que me gustan, o sobre directores. Me gusta escucharles hablar de lo que hicieron, de cómo lo hicieron. Leí un libro sobre Francis Ford Coppola… Tuve una discusión sobre cómo la historia del cine es bastante masculina. No es extraño porque no llegué con el canon del cine. Escuchaba las voces femeninas que me inspiraban, y la mayoría provenían de las novelas: como siempre he dicho de las hermanas Brontë… Y me encanta el cine, pero cuando tengo que crear, llamo a mi grupo de mujeres para inspirarme. Quizás es algo que esté cambiando, con las cineastas Alice Rohrwacher o Julia Ducournau (vio por primera vez la última Palma de Oro ‘Titane’ durante el Festival Lumière). Es una voz nueva y fabulosa, con mucha fuerza, una criatura maravillosa y franca”.
El libro de Thomas Savage y el macho alfa
En sus películas siempre tiene a una heroína un poco desarraigada, y por primera vez en The Power of the Dog tres de los protagonistas son hombres (Benedict Cumberbatch, Jesse Plemons y Kodi Smit-McPhee, además de la actriz Kirsten Dunst). ¿Influyó esto en sus decisiones de dirección o sintió que son personajes como cualquier otro y que no hay razón para tratarlos de forma diferente?
Jane Campion: «Sí, es verdad. Creo que mi decisión se debe a que me enamoré del libro de Thomas Savage (1915-2003). Y no fue una decisión consciente. No buscaba hacer una película con un protagonista masculino, pero me encontré con el libro (publicado en 1967 y ambientado en 1925). Era como si unos tentáculos hubieran entrado en mi psique, y pensé que podría ser un gran e importante desafío. Mi proyecto, como el de Thomas Savage, no pretendía mostrar a un hombre típico porque no lo es. En él vive un personaje complicado. Como yo, se encuentra en un mundo dominado por el patriarcado. Creció en las montañas de Montana, con todas esas habilidades alfa, entrenando caballos y cosas así. ¡Pero el tipo tenía un gran secreto! Fue una situación que me tocó profundamente. Cuando Savage contaba esta historia creando ficción, era como su propia existencia. Creó un personaje, el de Phil Burbank, que en la película interpreta Benedict Cumberbatch. Es algo muy interesante para mí porque es un macho alfa, es misógino, es homófobo y tiene un gran secreto. Vincular todos estos temas en la historia era realmente muy tentador”.
Thierry Frémaux: “Y hay en la película una especie de ternura por el personaje de Cumberbatch…”.
Jane Campion: «Sí, hay ternura para todos, incluido él. Como lleva una vida imposible, tiene que reprimir su verdadera naturaleza. Y también es un hombre con capacidad de amar y con anhelo, con toda esa pena”.
Michel Ciment: «Es cierto que Jane Campion ha demostrado una extraordinaria capacidad para hablar de la mirada femenina, y para las mujeres que están en el centro de sus películas. Pero los personajes masculinos, a través de Harvey Keitel (‘The Piano’, ‘Holy Smoke’), Mark Ruffalo (‘In the Cut’), a través del personaje del poeta John Keats (a cargo del actor Ben Whishaw, ‘Bright Star’), demuestran que ella no sacrifica a los hombres. Estos hombres tienen una presencia muy fuerte”.
Jane Campion: «Cuando Pierre Rissient me introdujo en Cannes, no podía estar con un hombre con menos prejuicios de género. Me trató simplemente como a una artista. Por eso, le tengo respeto y admiración para siempre… Me dio una muy buena impresión de los hombres franceses, porque fue muy amable con todo mi grupo, tanto con mis amigos como con mi hermana. Nos apoyó a todos, siempre tan inclusivo y cariñoso, y como si fuera un pastor levantaba sus brazos para detener a los coches en Cannes para que pudiéramos cruzar. Siempre me protegió de las peores reacciones a mis películas, y me ayudó a tener el valor de pasar al siguiente proyecto”.
Habla de sus influencias en literatura y poesía, pero ¿cuál es el lugar de la música en su proceso creativo y, por curiosidad, toca el piano?
Jane Campion: «Intenté tocar el piano, pero no fue precisamente un triunfo (risas)… En cierto modo, la música es algo poderoso para mí, aunque no tenga ninguna habilidad personal. Sigue siendo un maravilloso misterio para mí. No puedo leer música correctamente y no puedo usar las notas para cantar. He llegado a comprender la diferencia entre una nota mayor y una menor, pero lo más importante es que sé cómo me afecta. Es fantástico no sólo tenerlo como acompañamiento, sino tenerlo como recurso para llegar a emocionarse. A mí, al principio me intimidaba conocer a Michael Nyman (el compositor de ‘The Piano’) y el hecho de intentar hablar con él, con mi inmadurez musical. Pero fue muy amable e hizo que todo el proceso fuera fácil para mí, simplemente escuchándome cuando le describía la película… Es muy divertido poder escuchar una pieza musical cientos de veces, y que siga sonando fresca para mí. Nunca me canso”.
Benedict Cumberbatch en un rol en apnea
En la clase magistral habló de su admiración por Francis Ford Coppola y su trabajo con los actores. ¿Cómo ha preparado a Benedict Cumberbatch para su última película, porque su actuación es impresionante?
Jane Campion: «Es algo que empieza al principio, cuando eliges a un actor que admiras y crees en sus capacidades. Y él quiere meterse en el personaje. Entonces emprendemos un viaje juntos, cogidos de la mano y tratando de entender lo que necesita para meterse en el rol. En el caso de Benedict, tuvo que empaparse de todo lo que conlleva un rancho: cómo castrar animales o montar a caballo, liar cuerdas, tocar el banjo… Tuvo que aprender muchas cosas para ser Phil Burbank, que es un personaje muy hábil. El propio Benedict es un hombre muy carismático, y tiene esa energía para encarnarlo y sentirlo. Su capacidad interpretativa le permitió adentrarse en un personaje tan dañado como el de Phil y entender por qué es tan cruel. Benedict nunca había hecho un trabajo así. Para entrar en su psique, teníamos que hacer algo diferente. No quería, por ejemplo, darle un carácter de vagabundo. Encontré a una mujer, Kim Gillingham, una ‘coach’ estadounidense, que me ayudó mucho en esta búsqueda. Se fue a Londres a trabajar con Ben. Creo que fue lo mejor que hice. Como ese increíble comienzo de la película. Y fue el talento y las ganas de Ben lo que le permitió al final acceder a la psicología del personaje, con el trabajo de esta analista”.
La literatura y la lengua ocupan un lugar muy especial en su filmografía, y en la vida de sus personajes. ¿Cómo transporta lo que le inspira la literatura al cine y cómo consigue difuminar las fronteras entre estas dos artes?
Jane Campion: «No sé cómo lo hago. Pero es una especie de traducción. Cuando acepto un guión, es como una hoja de ruta. La traducción se produce cuando se empieza a trabajar en la representación del guión. ¿En qué momento? Tienes que encontrar algo en el mundo que exprese esas palabras. El guión es la forma de dar forma al proyecto con los demás. Hay que hacerlo juntos y encontrar la financiación para sea posible”.
Thierry Frémaux: “¿Pero sus primeras pistas son visuales?”
Jane Campion: «A menudo puedo empezar con una imagen como primera inspiración. En el caso de ‘The Power of The Dog’, me vinieron muchas imágenes después de leer el libro. Sabía que había cosas que podía crear. También tuve que inventar otras imágenes, porque es necesario hacer ese trabajo de traducción. Pero la mejor traducción se produce durante el proceso de rodaje. Tienes tus ideas, pero el mundo interviene, los actores intervienen y te aportan cosas que quizá no habías previsto. Es mejor de lo que podías haber imaginado. Ese es el momento por el que vivo. No voy a estar allí por estar. Voy a estar sorprendida, electrizada. Eso es algo que ocurre a veces en el cine, y es lo mejor”.
Una escuela de cine en Nueva Zelanda como futuro
Después de este proyecto sobre una figura masculina, ¿cuál será su próximo trabajo? ¿Volverá a incluir a un protagonista masculino?
Jane Campion: «Esto ya está hecho (risas). Y ahora voy a crear una pequeña escuela de cine para dar a los jóvenes, o quizá no tan jóvenes, la oportunidad de hacer películas. Porque no hay ninguna escuela de cine en Nueva Zelanda. Quiero facilitarles una situación que a mí me gustaría tener. Porque ha habido un verdadero deterioro del sistema educativo en nuestros países. La gente tiene que pagar enormes cantidades de dinero, y la única manera de ir a una escuela de cine es ser extraordinariamente rico o tener padres en buena posición. No me gusta este mundo. Y quiero poner mi grano de arena en el océano para que mis alumnos puedan acceder. Sí, ¡trabajo gratis! Me siento muy afortunada de dirigir este proyecto”.
Usted está muy comprometida con la protección del planeta, ¿qué le han inspirado los acontecimientos de los últimos meses, las inundaciones, los incendios y lo que nos predicen?
Jane Campion: «Creo que está pasando algo. Y no puedo entender que sea posible. Lo mejor es movilizarse ahora. Por eso organizo esta escuela de cine. Pero la gente no es muy buena para pensar en el futuro, no lo hace. Tal vez porque no quieren pensar en su propia muerte, pero está ahí. La pandemia fue interesante porque el mundo se apagó al instante. Y era una cosa que no se podía creer. Voy a enfermar y morir… Y es algo que está ocurriendo con el cambio climático. La capacidad de negación es muy profunda. No tengo una respuesta, por desgracia”.
¿Cómo está siendo su estancia en Lyon? ¿Ha encontrado una historia con la ciudad que pueda inspirar una futura película? (como en cada edición, el Premio Lumière dirige un remake de La salida de la fábrica Lumière, la primera película de la historia en 1895)
Jane Campion: «La ciudad me parece muy bonita, por lo que pude ver desde la ventana de mi hotel (risas). He tenido la suerte de que Thierry me mantenga muy ocupada. Tendré algo de tiempo el domingo para pasear. Tengo muchas ganas de explorar la ciudad. Pero me parece que aquí hay un verdadero interés por el cine. Veo una gran cantidad de personas que asisten a las proyecciones, y se podría pensar que Thierry las está pagando. ¿Son extras? (risas). ¿Qué está pasando? Me siento como en el cielo de los cineastas! (ríe de nuevo)”.
Usted es la decimotercera ganadora del Premio Lumière. Y es de hecho la primera que procede del hemisferio sur. ¿Cree que es más complicado tener una carrera internacional cuando se viene del hemisferio sur que cuando se es estadounidense, europeo o japonés?
Jane Campion: «Venir del país más meridional del planeta, con lo lejos que está Nueva Zelanda, nos incita a los neozelandeses a acercarnos al mundo. Para encontrar un nuevo lugar en él. Estudiamos el mundo desde un cometa lejano (risas). Todas las personas salen de Nueva Zelanda para descubrir el mundo. Eso es lo que llamamos OE, la experiencia en el extranjero. Por un lado, es una libertad venir de un país tan joven. Pero también había allí un pueblo originario, los maoríes, que no tuvieron la misma experiencia. Fueron sometidos a una toma del poder violenta, es complicado”.
Thierry Frémaux: “De hecho, Nueva Zelanda también es un país muy fascinante para nosotros, los europeos, desde el norte. Y no hace falta saber antes de ver ‘The Power of the Dog’ que la película no se rodó en Montana, sino en Nueva Zelanda”.
Jane Campion: «Y por ello, lo más rápido en levantarse la cuarentena por la Covid en Nueva Zelanda, ¡por favor, venid! Sois bienvenidos».
FILMOGRAFÍA JANE CAMPION
CORTOMETRAJES
Tissues (animación, 1980)
Peel – An Exercise in Discipline (1982), Palma de Oro en el Festival de Cannes
Passionless Moments (1983)
Mishaps of Seduction and Conquest (1984)
A Girls Own’s Story (1984)
After Hours (1984)
The Water Diary (en la película colectiva 8, 2006)
The Lady Bug (en la película colectiva Chacun son cinéma / A cada uno su cine, 2007)
LARGOMETRAJES
Sweeti (1989)
An Angel at My Table (Un ángel en mi mesa, 1990), Gran Premio del Jurado en la Mostra de Venecia
The Piano (El piano, 1993), Palma de Oro en el Festival de Cannes
The Portrait of a Lady (Retrato de una dama, 1996)
Holy Smoke (1999)
In the Cut (En carne viva, 2003)
Bright Star (2009)
The Power of the Dog (El poder del perro, 2021), Premio a la mejor realización en la Mostra de Venecia
TELEVISIÓN
Two Friends (1986)
Dancing Daze (serie, 1986)
Top of the Lake (serie, 2013)
Top of the Lake: China Girl (serie, 2017)
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