VICENÇ BATALLA. El título de La magia lenta puede sugerir más bien un espectáculo de circo para sibaritas, pero en realidad el texto del francés Denis Lachaud y puesta en escena de Pierre Notte es un alegato contra los abusos sexuales a menores, en estos momentos en que el tema se trata decididamente en todas las instancias. Hubo una primera versión original francesa, La Magie lente, estrenada en 2018 con el actor Benoît Giros en este monólogo crudo y polifónico y que ya lleva más de un centenar de representaciones.
Ahora, hay una versión catalana (La màgia lenta) dirigida por el propio Notte en la piel, en este caso, de Marc Garcia Coté. Se presentó durante diez días en la sala Dau al Sec de Barcelona, a finales de abril pasado, y ya ha tenido otras actuaciones como en Ripoll a principios de mayo y a la cual pudimos asistir. En otoño volverá a Dau al Sec, productora de esta nueva versión, para continuar removiendo conciencias. Es fruto del trabajo de conexión entre ambos países que promueven los responsables del Oui! Festival de teatro en francés en Barcelona, y que habían traído inicialmente la obra en su lengua original. Un psicoanálisis frontal para el espectador.
Nada más levantarse los confinamientos por la pandemia y en medio de una Fiesta Mayor que se salvó en un ambiente de supervivencia, La màgia lenta llegó el 7 de mayo a la localidad pirenaica de Ripoll. En medio también de unos aguaceros, que obligaron a trasladar el pregón de la plaza del ayuntamiento al Teatre Comtal. Lo que provocó que los ensayos de Marc Garcia Coté, con un equipo técnico inédito para la ocasión, se tuvieran que suspender a media tarde para que el pregón se hiciera a cubierto. Más emoción en esta temporada tan especial y alterada para las artes escénicas, y la cultura en general.
De hecho, la versión catalana de La màgia lenta se tenía que estrenar inicialmente en noviembre pasado en la barcelonesa Dau al SEC pero las nuevas restricciones por la segunda oleada pandémica obligaron a cancelarlo. Marc Garcia y el director francés Pierre Notte llevaban meses preparando la obra y dotándola de su idiosincracia mediterránea, con traducción de Joan Casas. Los habían puesto de acuerdo François Vila y Mathilde Mottier, directores del Oui! Festival y que en 2019 habían programado la versión original. La responsable de Dau al Sec y de la productora Eix 49, la veterana actriz Mercè Managuerra, quedó deslumbrada y les propuso hacerla en catalán pero manteniendo al mismo director. En seguida, Vila y Mottier les sugirieron que el monólogo lo hiciera Garcia Coté con quien ya habían creado en francés Pas pleurer (texto de Lydie Salvayre), a cargo de Anne Monfort, en la misma edición del festival de 2019. Y es que Garcia Coté tiene su residencia en París y puede hacer de puente entre las dos lenguas.
El encuentro con espectadores en Ripoll
Volvemos a Ripoll, donde no se halla Pierre Notte tras que sí estuviera presente en las funciones barcelonesas y Garcia Coté aparece solo en escena en el Teatre Comtal, una mesa y cinco escasas sillas. Hay un centenar de personas entre el público, separadas convenientemente entre asientos e hileras. Dentro del programa Íntimos-ciclo historias de cerca, que promueve el colectivo SarGanTaNa, y que en condiciones normales hubiera agrupado a los espectadores sobre el mismo escenario en torno a este monólogo vivo y descarnado. Lo que hubiera provocado una sacudida aún mayor. Porque el texto, en su original y en su traducción, revive la experiencia trágica de su personaje por las violaciones repetidas de su tío y que la psiquiatría había ignorado hasta ese momento diagnosticándolo como esquizofrénico.
La obra empieza así, con otra de las voces del monólogo en la piel de un psiquiatra que pone el caso como ejemplo de un error de diagnóstico en un coloquio científico. La tercera voz es la del psicoanalista que acoge como paciente al hombre de cuarenta años traumatizado, quien no puede evitar tener alucinaciones yendo en metro de penetraciones por parte del resto de pasajeros. El lenguaje no ahorra ninguna de estas imágenes en una progresión de sesiones en que el paciente va rememorando estas agresiones sexuales de pequeño hasta que acabe tomando conciencia de lo que la sociedad le había obligado a olvidar.
El reto para Garcia Coté no es fácil, pero sale de él con una gran consistencia y convencimiento y aporta su sensibilidad personal que hace que la pieza ya tenga otra lectura a la de la versión original francesa. “Pierre Notte llegó y me dijo: ¡venga, volvamos a montar la obra!”, nos comentó el actor tras la representación en un breve encuentro con los responsables de la programación y una asociación gerundense de protección a la infancia. “Y también me dijo que, después de haber hecho la pieza tantas veces en Francia, ahora entendía muchas cosas que no entendía cuando la comenzó a montar el primer día”.
El trabajo con el director Pierre Notte
Y la curiosidad es que, ya que precisamente Notte no entiende el catalán, su dirección se basó de manera musical en su oído porque el dramaturgo también es compositor. “Empezamos a construir este gran montaje con el ritmo, con la sonoridad. Fue una experiencia brutal ver cómo era capaz de darte indicaciones de réplica como si comprendiera el catalán”. Así lo especifica Garcia Coté, por otra parte, en un vídeo grabado para la promoción del espectáculo donde se puede encontrar, además, los comentarios del autor del texto, Denis Lachaud, y de Notte.
“La lengua catalana es mucho más rápida que la francesa; es mucho más viva, mucho más musical”, explica este último en su vídeo. “Para mí, era una posibilidad formidable encontrarme más en el exterior del texto. Porque escuchaba sobre todo el ritmo, escuchaba la música de la lengua”. Y, en este sentido, el actor también era diferente. “El trabajo con Marc no tiene nada que ver con el que hicimos con Benoît Giros. Porque Benoît es un actor extremadamente cerebral, muy intelectual, y necesita comprender y desarrollar toda una inteligencia alrededor del texto. Con Marc, estamos a la vez en la inteligencia pero entramos más en la sensibilidad. También en el humor en algunos de los pasajes”.
La polifonía de voces era otro de los desafíos para el actor escogido, en cada caso. “Se trataba de trabajar con un actor que pudiera encarnar todos estos personajes y que pudiera encarnar esta búsqueda de la verdad. La verdad enterrada, la verdad escondida, la verdad tabú, la verdad prohibida. Y, poco a poco, observamos sobre la escena el despliegue de esta verdad y la salida de este individuo de la oscuridad para ir hacia la luz”. A Notte, le atrajo del texto de Lachaud que “es como un largo poema, una larga búsqueda hacia la verdad”.
La escritura del autor Denis Lachaud
La Magie lente (Actes Sud, 2018), conjuntamente con otras dos obras de Lachaud, no se publicó hasta el mismo año del estreno de la pieza. Pero su gestación se remonta a bastante tiempo atrás. En 2005, el autor recibió el encargo de escribir una obra sobre la esquizofrenia y, por ello, realizó estancias en hospitales psiquiátricos y estudió los errores de diagnóstico. Cuando montó la pieza (Mon mal en patience) con unos estudiantes de instituto de Orleans, decidió dejar fuera lo que después sería la introducción de La Magie lente, o sea la exposición del psiquiatra de un caso de error de diagnóstico porque la encontraba demasiado complicada para los estudiantes. Y, hace una decena de años, decidió escribir una obra entera explicando la historia del paciente.
Adoptando el modelo del monólogo, sitúa al espectador en una doble frontalidad: como asistente a la obra, pero también en la posición del psicoanalista que escucha las confesiones cada vez más descarnadas del paciente. “Es la ocasión para el espectador, inmóvil en una butaca, de desplazarse”, comenta en su vídeo Lachaud. “En el mejor de los casos, cuando se levanta de su asiento al final del espectáculo, se ha desplazado respecto a lo que él era. En psicoanálisis, es a fuerza de ir a sentarse y tumbarse que el paciente se desplaza en su inmovilidad. Es la palabra tomando el relevo del movimiento”. Y, jugando con el título de la pieza, el autor hace este paralelismo: “una resonancia entre la magia de la palabra en el psicoanálisis y la magia de la palabra en el teatro”.
Los casos que han sacudido a la opinión pública
Aunque esta resonancia ahora aún es más pertinente porque existe una liberación de la palabra en los abusos sexuales a menores. “Tampoco es probablemente una casualidad que sea en estos momentos en que ‘La magia lenta’ se represente y no hace diez años”, subraya Lachaud. “Quizás hace diez años, esto habría sido demasiado violento, no lo sé. El texto ya lo es bastante de violento, porque decidí decir las cosas por su nombre”.
Porque en menos de un año, por ejemplo en Francia, se han publicado dos libros en los entornos de la clase política y cultural del país que demuestran que las violaciones a menores en el interior de las familias no es exclusivo de las clases más desfavorecidas: El consentimiento (Grasset-Lumen, 2020), de Vanessa Springora, y La familia grande (Seuil, 2021), de Camille Kouchner. Los dos señalados, el escritor Gabriel Matzneff y el político socialista Olivier Duhamel, intocables hasta entonces, han caído de su pedestal y han perdido su posición de poder que les convertía en intocables. En Cataluña y España, los casos de pederastia en la iglesia también se denuncian más que antes, y la jerarquía eclesiástica se ha visto obligada a dar explicaciones públicamente y a tomar medidas.
Para Notte, en la versión catalana de la obra todavía se pone más en evidencia el tema de una ley de los adultos impuesta a los niños. “Gracias a la obra, se entiende que se trata de una cuestión de la ley de los adultos contra la ley de los niños. Y que los niños no se pueden oponer al peso de esta ley de los adultos. La ley familiar, la ley social, todas las leyes son leyes de adultos respecto a las cuales los niños se hallan desposeídos, probablemente muy vulnerables y extremadamente disponibles. Obedecen a esta ley”. Y Notte añade: “hace pocos meses que, en Francia, se ha entendido que toda forma de consentimiento no excluye la cuestión de la violación, evidentemente”.
En este sentido, en Francia se acaba de aprobar una ley con una edad mínima de consentimiento sexual a los quince años y, a los dieciocho, en caso de incesto. En España, la edad mínima de consentimiento sexual se elevó en 2013 de los trece a los dieciséis años.
Las próximas representaciones en noviembre
No es por casualidad, por otro lado, que Notte escribiera y pusiera en escena el año pasado mismo la comedia musical Je te pardonne (Harvey Weinstein), donde él también actúa. El escándalo Weinstein propició un movimiento #MeToo que ya no se ha detenido en ningún lugar. Y tampoco es coincidencia que Notte haya continuado trabajando con Lachaud, en su último texto teatral Jubiler sobre las vicisitudes de una pareja de enamorados a los cincuenta años. Obras que se representan en el Teatro del Rond-Point de París, donde Notte es autor asociado, o en el Off del Festival de Aviñón, donde Vila y Mottier se sumergen para descubrir piezas como la actual y llevarlas después a Barcelona.
El proceso para hacer de La màgia lenta una versión en catalán se ha topado con todos los contratiempos de la pandemia, pero la creación ha acabado siendo posible. Y Garcia Coté, en este improvisado encuentro tras la función en Ripoll con espectadores, recordaba que en su estreno en Barcelona la gente también le venía a ver al final: “tres espectadores me esperaron a la salida para explicarme casos personales muy fuertes”.
En estas funciones en Dau al Sec, se contó con la participación para debates posteriores de la Fundación Vicki Bernadet de atención a menores por abusos sexuales, la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, el psicoanalista Jaume Descarrega del Colegio de Psicólogos de Cataluña, el Colectivo 1 de cada 5 y la organización Save The Children, que volverán a estar presentes en las nuevas funciones en noviembre próximo.
El Oui! Festival, que hasta ahora ha celebrado cuatro ediciones ubicadas en el mes de febrero, no se ha podido hacer este año a causa de las restricciones sanitarias. Pero sus dos promotores, a través de sus productoras Mise en Lumière y Barna-Bé, no han detenido su actividad paralela. En su momento, ya se encargaron de promover una versión en catalán de PompierS, de Jean-Benoît Patricot, que Jordi Vilà tradujo y dirigió como BomberS. La obra estuvo programada durante un mes en 2019 en el Teatre Akadèmia. En aquella ocasión, ya se hablaba del abuso sexual que se puede ejercer sobre personas en inferioridad de condiciones. Lo que pretende revelar, de hecho, el trabajo psicoanalítico y teatral de La magia lenta.
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